La rodilla es una de las articulaciones más propensas a sufrir lesiones debido a su uso constante en actividades diarias. Entre las lesiones más comunes se encuentra el desgarro del menisco, que afecta el cartílago en forma de media luna ubicado en la articulación.
Muchas personas se preguntan si la cirugía de menisco es la única opción disponible.
A continuación, exploramos diferentes alternativas de tratamiento para el desgarro de meniscos, que incluyen tanto métodos quirúrgicos como tratamientos conservadores.
¿Qué es el desgarro del menisco?
El desgarro del menisco es una lesión que afecta el cartílago que actúa como amortiguador en la rodilla.
Los meniscos son fundamentales para proporcionar estabilidad y protección a la articulación, ya que ayudan a distribuir el peso de manera uniforme.
Un desgarro meniscal ocurre cuando hay una ruptura en el tejido del menisco, que puede producirse por un trauma, una torsión repentina o debido al desgaste progresivo asociado al envejecimiento.
Tipos de desgarros meniscales
Existen dos tipos principales de desgarros del menisco:
- Desgarro meniscal agudo: Se produce repentinamente debido a una lesión traumática , como un movimiento brusco, una torsión o un golpe directo durante actividades físicas o deportivas.
- Desgarro meniscal degenerativo: Este tipo de desgarro ocurre por el desgaste gradual del menisco comúnmente en personas de edad avanzada o con condiciones degenerativas como la osteoartritis.
Opciones de tratamiento para el desgarro del menisco
Aunque la cirugía de meniscos puede ser una opción efectiva, no siempre es el único camino.
Dependiendo del tipo y la gravedad del desgarro, existen tratamientos conservadores que pueden evitar la necesidad de una intervención quirúrgica.
Tratamientos conservadores para el desgarro del menisco
En los casos en que el desgarro es pequeño o asintomático, las siguientes opciones de tratamiento no quirúrgico pueden ser suficientes:
- Reposo y modificación de actividades: Evitar movimientos o actividades que incrementen el dolor como correr o saltar, es crucial para permitir que la rodilla se recupere.
- Terapia física: Los ejercicios de fortalecimiento muscular y estiramiento, guiados por un fisioterapeuta, ayudan a estabilizar la rodilla y reducir la presión sobre el menisco lesionado.
- Medicamentos y aplicación de frío/calor: Los analgésicos y la terapia de frío/calor pueden reducir la inflamación y aliviar el dolor en la rodilla afectada.
Inyecciones para aliviar el dolor de menisco
En algunos casos, las inyecciones pueden ser una opción para controlar los síntomas de un desgarro del menisco.
Entre las más utilizadas se encuentran:
- Inyecciones de corticosteroides: Ayudan a reducir la inflamación y aliviar el dolor, aunque su efecto es temporal y no contribuyen a la curación del menisco.
- Inyecciones de ácido hialurónico: Mejoran la lubricación de la articulación, reduciendo la fricción y aliviando el dolor. Sin embargo, su efectividad puede variar según el tipo de desgarro y no siempre son recomendadas para desgarros más severos.
¿Cuándo es necesaria la cirugía de meniscos?
La cirugía de menisco es necesaria cuando los síntomas son graves o no mejoran con tratamientos conservadores.
Dependiendo de la ubicación, tamaño y tipo de desgarro, el especialista puede recomendar uno de los siguientes procedimientos quirúrgicos.
Reparación del menisco
La reparación del menisco es un procedimiento quirúrgico que busca unir las partes desgarradas del menisco para permitir su curación.
Esta técnica se utiliza cuando el desgarro está en la zona vascularizada del menisco (zona roja), que tiene mayor capacidad de cicatrización.
Sin embargo, no todos los desgarros son reparables; la viabilidad de la reparación depende de factores como la ubicación, tamaño y la calidad del tejido.
La cirugía se realiza mediante artroscopia, un procedimiento mínimamente invasivo que facilita la recuperación.
Meniscectomía parcial
La meniscectomía parcial consiste en eliminar la parte dañada del menisco cuando no es posible repararlo completamente.
El objetivo es preservar la mayor cantidad de tejido sano para mantener la función de la rodilla.
Aunque este procedimiento alivia los síntomas, puede aumentar el riesgo de desarrollar osteoartritis a largo plazo.
Al igual que la reparación, se realiza mediante artroscopia y requiere un plan de rehabilitación postoperatorio para restaurar la movilidad.
Meniscectomía total
Cuando el daño al menisco es severo, se puede realizar una meniscectomía total, en la cual se extrae completamente el menisco.
Aunque este procedimiento elimina el dolor y mejora la movilidad, la falta de menisco puede aumentar significativamente el riesgo de osteoartritis a largo plazo.
La artroscopia también se utiliza en este caso, y es esencial seguir un programa de rehabilitación para minimizar las complicaciones futuras.
Estas son algunas de las operaciones de rodilla más comunes para el tratamiento del desgarro del menisco.
Si experimentas dolor, síntomas persistentes o molestias en la rodilla, es importante consultar a un especialista lo antes posible.
En Monterrey, los ortopedistas especializados en este tipo de lesiones pueden brindarte el tratamiento adecuado.
Consulta con un especialista en rodilla
Para conocer cuál es el tratamiento adecuado para tu lesión, es fundamental acudir a un traumatólogo especialista en rodilla como el Dr. Torres Trejo.
Él evaluará tu caso y te recomendará el tratamiento más adecuado, ya sea conservador o quirúrgico.
Agenda tu consulta llamando a los teléfonos (81) 2580 8785 o (81) 2261 9714 y recibe la atención que necesitas.