¿Dolor de rodilla persistente? ¿Cuándo es hora de consultar a un especialista?

¿Dolor de rodilla persistente? ¿Cuándo es hora de consultar a un especialista?

El dolor de rodilla persistente puede ser una señal de que algo no está funcionando como debería en esa articulación. Una de las posibilidades es la artrosis de rodilla pero, ¿qué es y cómo se trata? Aquí te lo diremos.

¿Qué puede estar ocurriendo si tengo un dolor de rodilla persistente?

Una de las razones comunes es que el cartílago, que ayuda a que los movimientos sean suaves, podría estar sufriendo algún desgaste. Este cartílago funciona como una almohadilla, y cuando se daña, los huesos pueden comenzar a rozarse, lo que provoca molestias.

Otra causa puede estar relacionada con los ligamentos, esas estructuras que mantienen la rodilla estable. Estos pueden sufrir lesiones durante actividades cotidianas o deportivas, como un mal movimiento, un salto mal ejecutado o simplemente por un esfuerzo mayor al habitual. Cuando los ligamentos están dañados, la estabilidad de la rodilla disminuye, y el dolor se vuelve constante.

En algunas personas, el problema puede encontrarse en los tendones, que conectan los músculos a los huesos. A veces, estos tendones se inflaman por el uso excesivo o por algún tipo de esfuerzo repetitivo. Esto provoca dolor al moverse o realizar actividades que antes no causaban ninguna molestia.

Otra posibilidad es que tu rodilla esté acumulando líquido dentro de la articulación. Este líquido puede generar hinchazón, lo que limita los movimientos y aumenta el dolor, especialmente cuando intentas doblar la pierna o estirarla por completo.

En casos más serios, es posible que el dolor esté relacionado con una condición crónica que afecta las articulaciones, y con el tiempo puede empeorar si no se trata adecuadamente.

Como última opción, también puede haber un desgaste progresivo en la articulación, lo que sugiere que algo más serio podría estar ocurriendo, como la artrosis.

¿Qué es la artrosis de rodilla?

La artrosis de rodilla es un fenómeno que ocurre de manera gradual en esta articulación clave del cuerpo. Con el tiempo, los tejidos que permiten que los huesos se muevan suavemente entre sí comienzan a deteriorarse. Esto sucede debido a un desgaste que va más allá de lo habitual, afectando la estructura natural de la rodilla. Los cambios en la composición del cartílago que recubre los huesos se vuelven evidentes cuando esa superficie lisa empieza a perder su calidad y grosor.

Este desgaste no ocurre de un día para otro; de hecho, es un proceso que puede desarrollarse durante años. La rodilla, que tiene la tarea diaria de soportar una gran parte del peso corporal, empieza a resentir ese esfuerzo continuo. Al no tener la misma capacidad de amortiguar los impactos como solía hacerlo, la articulación experimenta cambios que pueden alterar su función habitual.

A medida que el cartílago disminuye, la estructura de la rodilla también puede verse alterada, y esto afecta no solo a los huesos, sino a todo lo que los rodea, como ligamentos y otros tejidos que contribuyen al movimiento. Aunque este desgaste es común con el paso del tiempo, algunos factores pueden acelerar el proceso, como la genética, ciertos trabajos que requieren esfuerzo físico constante, o incluso algunos deportes que generan impacto repetitivo en las articulaciones.

El cambio en la composición de la articulación es algo que puede ocurrir de manera natural en muchas personas, pero no siempre se manifiesta de la misma manera en todos. En algunos casos, el desgaste de la rodilla es más evidente, sobre todo cuando se observa una alteración en su estructura natural, algo característico de la artrosis.

¿Cuáles son los síntomas de artrosis de rodilla?

  1. El dolor es uno de los primeros síntomas. Suele aparecer después de usar la rodilla, al caminar, subir escaleras o simplemente estar de pie durante mucho tiempo. Aunque mejora con el descanso, regresa cuando se mueve de nuevo.
  2. La rigidez es otro síntoma común. Es más notoria al despertar o después de haber estado sentado por un buen rato. Sin embargo, se alivia al mover la rodilla, aunque puede volver si se permanece inactivo.
  3. La hinchazón es frecuente en la artrosis de rodilla avanzada. La inflamación aparece como respuesta al desgaste de la articulación, y es posible que la zona afectada se sienta más caliente de lo normal.
  4. La pérdida de movilidad también se presenta con el tiempo. La rodilla pierde la capacidad de estirarse o doblarse por completo, lo que limita las actividades cotidianas.
  5. La sensación de inestabilidad en la rodilla es común. Puede sentirse como si la rodilla estuviera a punto de fallar o no pudiera soportar el peso adecuadamente.
  6. Los crujidos o chasquidos, llamados crepitaciones, son otro signo. Estos sonidos ocurren porque los huesos, al perder el cartílago que los recubre, ya no se deslizan suavemente, generando fricción y estos ruidos característicos al mover la rodilla.

El doctor Jaime Torres Trejo puede ayudarte con la artrosis de rodilla

El Dr. Jaime Torres es un experto en el tratamiento de la artrosis de rodilla y está comprometido en ofrecer soluciones personalizadas para mejorar la calidad de vida de sus pacientes. Una de las formas más comunes de abordar la artrosis es mediante medicamentos que ayudan a controlar el dolor y la inflamación. Estos pueden variar desde analgésicos básicos hasta opciones más avanzadas, dependiendo de la gravedad de cada caso. El Dr. Torres Trejo evalúa cuidadosamente cada situación para determinar cuál es la mejor opción para ti.

Otro enfoque clave es la terapia física. El fortalecimiento de los músculos que rodean la rodilla puede hacer una gran diferencia en la estabilidad y movilidad de la articulación. Bajo la guía del Dr. Torres, se diseñan rutinas de ejercicios específicos que no solo mejoran el movimiento, sino que también ayudan a reducir la presión en la articulación afectada.

En algunos casos, se recomienda el uso de inyecciones, como el ácido hialurónico o los corticoides, que pueden proporcionar alivio a largo plazo al mejorar la lubricación y reducir la inflamación dentro de la articulación. Estas inyecciones, administradas por el Dr. Torres Trejo, son una opción eficaz para quienes buscan una alternativa a los medicamentos orales o simplemente quieren complementar su tratamiento.

Cuando las medidas conservadoras no son suficientes, el Dr. Jaime Torres Trejo también puede discutir la posibilidad de una intervención quirúrgica. Si bien no es el primer paso, la cirugía puede ser una solución en casos avanzados, restaurando la función de la rodilla y eliminando el dolor que otros tratamientos no han podido controlar.

Para agendar una cita en Monterrey, Nuevo León, y comenzar tu tratamiento personalizado, puedes escribirnos a nuestras redes sociales o visitar nuestra página web, donde estaremos encantados de ayudarte.

Contacto

    Iniciar chat
    1
    Estoy disponible, ¿ Te puedo ayudar en algo?